¿Será verdad? ¡No lo creo! ¡Ese agujero es muy pequeño!... El rico olor a chocolate se desprende por toda la vecindad y la curiosidad alimenta y roba a nuestras dos aventureras.¡¡Ni idea de lo que les espera! Es mejor averiguarlo a quedarse plantadas toda una eternidad esperando que los mayores lo solucionen. Un día con su noche da para mucho. Brujas y monstruos, y hasta hombres murciélagos y magas inexpertas, están dispuestos a escapar de la fantasía para hacer de los juegos de Kika y Pitu verdaderas batallas donde lo importante es no dejarse atontar por el miedo, tener claro que un amigo es un compañero ideal para enfrentarse a lo desconocido y lo más importante: ¡que no se acabe el chocolate!